Lis Neris ha podido establecerse a lo largo del tiempo gracias a un talento probablemente único, al poder leer, no solo en el terreno y sus variedades históricas, sino también diferentes estilos y viñas, centrando cada vez más el tiro. El mérito es de Álvaro Pecorari, dueño y alma de esta importante bodega. Estamos en Gorizia, una de las ciudades fronterizas más fascinantes y controvertidas de Europa. Un lugar capaz, gracias a un crisol cultural único, de crear productos de gran personalidad. Si bien es cierto que las raíces de Lis Neris se hunden en las cuatro generaciones anteriores, también es cierto que el año del punto de inflexión fue 1981, cuando una nueva mentalidad de producción comenzó a tomar forma, dirigida a lograr una mayor calidad, verdadero leitmotiv de cada vino de Alvaro Pecorari.

El cultivo de vides en el territorio de la actual región de Friuli Venezia Giulia ha sido el protagonista indiscutible desde la antigüedad. La historia de la vinificación de Friuli-Venezia Giulia ha sido fuertemente influenciada por la historia de esta zona, que fue parada importante a lo largo de la ruta de las especias mediterráneas, desde el Imperio Bizantino hasta el centro comercial de Venecia. En la época romana, el vino Pucino era muy apreciado en la corte imperial de Roma y, como narra Tito Livio, el Senado envió colonos a Aquileia para difundir el cultivo de la vid. Bajo el dominio lombardo de Teodorico primero, y sus sucesores, el cultivo de la vid disfrutó de un período de expansión también atestiguado por valiosos hallazgos arqueológicos conservados en el templo lombardo de Cividale del Friuli. Durante el medievo, la ribolla fue un obsequio de bienvenida para los tribunales europeos y, posteriormente, para los lugartenientes de la República de Venecia Serenissima, y para los del área austríaca en el pago de los condes de Gorizia, utilizando el vino como mercancía de intercambio y medio de pago de impuestos o deudas. Durante la Edad Media, los viajeros que pasaban por esta zona trajeron vides de Macedonia y Anatolia. Bajo el reinado de los Habsburgo, se introdujeron las variedades de uva francesa. Antes de la epidemia de filoxera, en la región se cultivaban más de 350 variedades de uva. Durante el siglo XIX, la región sirvió como un importante puerto mediterráneo para el Imperio austrohúngaro que compró una influencia teutónica en el área. Después de la epidemia de filoxera, la vinificación en la región de Friuli estuvo muy apagada y no se relanzó hasta la década de 1970. La popularidad internacional de Pinot grigio, en las décadas de los ochenta y los noventa, ayudó a cambiar la dinámica de la vinificación de Friuli-Venezia Giulia. Antes de este tiempo, los propietarios de viñedos vendían sus uvas a granel a cooperativas y bodegas que combinaban las uvas. Mario Schiopetto de decidió por embotellar y comercializar los vinos elaborados en su propio viñedo, lo que fue imitado por otros propietarios de viñedos y comenzaron a abrir pequeñas bodegas propias.

El área geográfica reconocida para la producción de vino IGT Venezia Giulia se extiende sobre el territorio de la región de Friuli Venezia Giulia, en una superficie de 7.856Ha, incluyendo las provincias de Pordenone, Udine, Gorizia y Trieste. Al norte limita con los Alpes que la separa de Austria y con Eslovenia al este. Al sur se encuentra el mar Adriático y la región del Véneto es su límite occidental. La región se extiende sobre una amplia variedad de climas y paisajes, desde el clima mediterráneo templado en el sur hasta el clima continental en la región alpina del norte. La mitad norte es muy montañosa y da paso a terrenos más planos y llanuras en el camino hacia el mar. La climatología se caracteriza por días muy cálidos, seguidos de noches frías, lo que mantiene un equilibrio entre la acidez y los niveles de azúcar, además de permitir a las uvas una temporada larga y de crecimiento lento. La cosecha normalmente tiene lugar en septiembre. Los suelos de la región varían desde la marga rica en calcio y la arenisca flysch, en las regiones más montañosas, hasta la arcilla, la arena y la grava en el valle. Los nombres de viñedos y fincas vitivinícolas de Friuli a menudo incluyen la palabra ronco (ronchi plural), que es la palabra friuliana para una ladera en terrazas.

El Friuli-Venezia Giulia (o vino Friuli) es un vino elaborado en la región nororiental italiana de Friuli-Venezia Giulia. Los vinos de la región tienen notables influencias eslavas y germánicas, con 11 Denominaciones de origen controlado (DOC) y 3 Denominaciones de origen controlado (DOCG) en el área de Friuli-Venecia Julia. La región tiene 3 designaciones de Indicazione Geografica Tipica (IGT) Alto Livenza, delle Venezie y Venezia Giulia. Casi el 62% del vino producido en la región cae bajo una designación DOC. La zona es conocida principalmente por sus vinos blancos, que se consideran algunos de los mejores ejemplos de vino italiano en ese estilo. Junto con el Véneto y el Trentino-Alto Adige / Südtirol, el Friuli-Venezia Giulia forma la región vinícola de Tre Venezie, que se considera junto con la Toscana y Piamonte como las regiones vinícolas de clase mundial de Italia.

La cepa Sauvignon Blanc, cuyo nombre nace de la unión de sauvage (salvaje) y vignon (viña), es originaria de Sancerre y Pouly-Fume donde se producen vinos dulces muy reconocidos. Existen gran cantidad de viñedos plantados en la zona de Burdeos (Francia), y según la Organización Internacional de la Viña y el Vino, en su informe de 2013, es la cuarta variedad de uvas blancas más difundida en el mundo con 121000 Ha.

Los racimos de Sauvignon Blanca son pequeños, con uvas también pequeñas, compactas y uniformes, tan apretadas que suelen deformarse al presionarse entre ellas. La forma de las uvas es redondeado-elíptica, su epidermis es verde con estomas y lenticelas muy visibles en maduración. El pedúnculo es muy corto y robusto, lo que hace difícil el desprendimiento de la baya. El hollejo es bastante grueso y su pulpa apenas tiene pigmentación, pero es muy jugosa, consistente y deja en boca un sabor afrutado y muy aromático. Las cepas son vigorosas, de desborre tardía y dan unas producciones altas, al igual que sus rendimientos. Esta variedad de viña se desarrolla bien en suelos poco fértiles, sueltos y que no tiendan a encharcarse. Su resistencia a las heladas invernales es media, pero tolera bastante bien los fríos primaverales. Es muy sensible a varias enfermedades y plagas como la podredumbre gris del racimo, la eutipiosis, el complejo de hongos de la madera, incluso la yesca, el mildiu, el black rot y la excoriosis. También le afecta sensiblemente la polilla del racimo, los ciacdélidos y los ácaros, así como el desecado de raquis y las sequías intensas y la carencia de magnesio.

Los suelos donde se encuentran viñas de la variedad Sauvignon Blanca, requieren de altos niveles de fósforo y magnesio y, debido a lo vigoroso de esta viña, necesitan ser abonados con poco nitrógeno puesto que, si no se hiciese de esta manera, se producirían muchas racimas (conjunto de racimos que por pequeños y despreciables quedan en las cepas cuando se vendimia) ya que muchas yemas del año brotan dando hijuelos de madera. Una buena opción es utilizar el abonado foliar pues, aunque a veces retrasa la maduración del fruto, obtiene muy buenos resultados. Debido a que no es fértil en las primeras yemas, es recomendable hacer podas largas para la obtención de rendimientos medios-altos. Los vientos fuertes le afectan notablemente, ya que sus sarmientos son frágiles y quebradizos, por lo que se recomienda su conducción en espaldera, lo que también.

Es una variedad que se puede utilizar tanto para vinos jóvenes como para vinos con crianza, aunque su envejecimiento no es fácil, para lo cual se requiere mantener el vino durante mucho tiempo en barricas de roble, siendo vinos más complejos con aromas calizos, pedregosos y a humo. Las sensaciones de los vinos Sauvignon Blanc cambian en función del suelo en el cual se produce, pero por lo general, los mostos obtenidos con esta uva son ácidos, sabores a frutas verdes, hierba y hojas, con recuerdos a grosellas, sauco, setas y flores, produciendo unos vinos blancos, de alcohol medio y acidez elevada, secos, muy elegantes y equilibrados, con aromas de hierba recién cortada. En boca es fresco y persistente. Como maridaje, se recomienda acompañar el Sauvignon Blanc con pescados, mariscos o ensaladas.