Gramona respeta la herencia y defiende su concepto de lo que debe ser un cava. El excepcional terruño con que cuenta la bodega y la experiencia elaboradora utilizando el método tradicional para conseguir elegantes largas crianzas, marca la diferencia necesaria para conseguir un gran cava. Gramona es un clásico atemporal, una bodega que defiende las formas tradicionales y le elegancia (con cierta reminiscencia afrancesada) por encima de todo como método infalible para conseguir cavas de altísima calidad. Los Gramona son espumosos suntuosos, que recuerdan a los champanes franceses y eleva a categorías superiores a nuestros cavas patrios. La familia Batlle han sido y son viticultores renovadores, a través de sus creaciones, de emociones, sabores y aromas. Permanecen asentados como productores desde 1881 en Sant Sadurní d’Anoia, la capital de la denominación Cava. Hoy son dirigidas, siguiendo la tradición, por la quinta generación de la saga familiar. En Cavas Gramona siempre han demostrado su personal visión por la elaboración de vinos y cavas. Hasta el año 2001 todas las vinificaciones y crianzas se realizaban en el Celler Batlle, ubicado en el centro urbano de la localidad; actualmente sólo alberga la crianza de los cavas de la bodega Gramona más añejos. Las nuevas instalaciones se han ubicado físicamente bajo la montaña. Su diseño permite, desde el momento de la entrada de la uva por gravedad, una escrupulosa manipulación del producto.

El escudo familiar de Gramona expresa: “Viti, Vini, Vitae. Verum Cava”, de la Cepa, del Vino, de la Vida, siendo el lema de esta saga familiar, mostrándose también en la gran exigencia por conseguir la máxima calidad en todos sus productos. Disponen de 150 Ha en las que cultivan 15 variedades distintas. Miman y cuidan en grado sumo el viñedo para conseguir los mejores mostos para sus creaciones. Mostos que serán tanto para alcanzar vinos de la bodega Gramona tranquilos, como para ser destinados a la segunda fermentación necesaria para conseguir después de la larga crianza en la cava, uno de los más aclamados y serios Grandes Vinos Espumosos del Mundo. Dentro de sus creaciones destaca uno de los mejores vinos blancos de la DO Penedès, el Sauvignon Blanc. Un regalo para los sentidos es el vino dulce Gra a Gra Pinot Noir. Los cavas y vinos de Gramona son una referencia y marcan cátedra. La bodega no sólo fue mencionada en The New York Times, sino también premiada por la Guía Peñín, la Guía Gourmets, de Premios Verema y del Economista.

Originaria de Cataluña, la Parellada es una variedad bien adaptada a altitudes elevadas, más frías, donde el periodo de crecimiento es más largo, permitiendo un pleno desarrollo de la acidez y aromas a cítricos. En suelos fértiles alcanza unos buenos niveles de producción. La parellada es la más fina de las variedades blancas tradicionales del Penedès. Es una de las uvas básicas para la elaboración del cava, junto con la macabeo y la xarel·lo.

Cepa de maduración tardía, gran vigor y porte tumbado, la parellada es una viña de desborre precoz y elevada producción. Tiene una capacidad media de enriquecimiento en azúcares. Alcanza una madurez óptima en las zonas más elevadas del Penedés, la zona donde está más implantada. Los racimos de parellada son de gran tamaño, bastante compactos, con los hombros muy marcados y homogéneos. Los pedúnculos son delgados y de longitud media, con baja lignificación. Las bayas de la Parellada son de tamaño mediano, redondeadas y ligeramente elípticas en sección longitudinal, su piel es de un color amarillo dorado-verdoso, con un racimo de tamaño más bien grande y apretado. Su hollejo es grueso, pulpa verde, consistente y bastante jugosa con aroma peculiar. Estas viñas dan una elevada producción al tener mucho vigor, fertilidad elevada y gran tamaño de los racimos, sin embargo tienen dificultad en la maduración. La cepa de uva parellada es muy sensible al mildiu, bastante a la podredumbre ácida y al oídio y baja a la botritis. Su acidez es elevada.

La Parellada es una variedad de uva blanca española, cultivada principalmente en las zonas altas de Cataluña, aunque también está autorizado su cultivo en las Comunidades de Aragón, Baleares, Navarra, País Vasco, La Rioja, Extremadura, Madrid y Castilla la Mancha. Conocida también con otros nombres, como Martorella, Masiá, Montonero, Montonega y Montonet, podemos encontrarla bajo diversas Denominaciones de Origen españolas, tales como Alicante, Valencia, Penedés, Terra Alta o Tarragona.
La parellada es recomendada para la comunidad autónoma de Cataluña. Además, es una variedad autorizada en las comunidades de Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Extremadura, Comunidad de Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja. Se cultiva en las denominaciones de origen Alella, Binissalem-Mallorca, Cariñena, Cataluña, Cava, Conca del Barberá, Costers del Segre, La Mancha, Penedés, Pla de Bages, Pla i Llevant, Ribera del Guadiana, Tarragona, Terra Alta, Utiel-Requena y Vinos de Madrid.

Produce blancos aromáticos, secos, de graduación moderada, aroma fresco y una delicada acidez afrutada. Los vinos son así apreciados, por un lado, por sus aromas florales y afrutados de cítricos, piña y frutas tropicales y, por otro, por su sedosidad y consistencia, que le confieren gran riqueza y equilibrio en boca. Los vinos monovarietales obtenidos a partir de esta variedad, suelen ser de un amarillo verdoso pálido, de poco cuerpo y baja graduación alcohólica (entre 9 y 10º), así como poco ácidos, siendo ideal su consumo como vino joven. En cuanto a nariz, sus aromas son sutiles y elegantes a flores. En Cataluña suele mezclarse con macabeo y xarel·lo para producir el vino blanco espumoso cava, para darle estructura, finura, longitud y elegancia.1 Además, es usada como uva de mezcla para vinos blancos jóvenes. Algunos productores la mezclan con chardonnay y con sauvignon blanc.